Todo a nuestro alrededor está lleno de aromas diferentes que pasan inadvertidos, pero si tuvieras que elegir, ¿cuál sería tu olor favorito? Aunque la palabra fragancia podría hacernos pensar en una botella de perfume, en la industria cosmética también puede ser el ingrediente que hace que los productos como el shampoo, cremas, desodorantes y muchos otros se distingan por su olor.
El término fragancia puede referirse a un producto terminado, como lo es una loción, o puede también ser un ingrediente de otro producto. Los aromas son completamente, una experiencia sensorial y, muchas veces pueden ser un factor decisivo al momento de elegir nuestros productos cosméticos. Muchos de los aromas entre los que podemos escoger y combinar son: cítricos, florales, amaderados o frutales. ¿Tú cuál eliges?
¿Sabías que uno de los procesos más comunes para la obtención de fragancias es la destilación por arrastre de vapor de materia orgánica, como las flores, madera o ciertos frutos? El proceso consiste en calentar las materias orgánicas para dar como resultado la producción de vapor, que al enfriarse destila un líquido. Al final de este procedimiento se obtienen sustancias conocidas como “absolutos” o “aceites esenciales” (que están tan de moda), los cuales pueden ser utilizados como ingredientes que añaden olor a un producto final.
Aunque el procedimiento de destilación es muy común, pueden obtenerse fragancias por muchos otros métodos. El olor a vainilla, por ejemplo, es generado a través de esa planta orquidácea, es un compuesto orgánico que se obtiene directamente de la vaina de su flor, pero también es posible conseguirla a través de procesos sintéticos que tienen un costo menor de producción. La industria cosmética continuamente está innovando; siempre busca avanzar en tecnología. Un ejemplo de ello es que hoy la mayor parte de la vainillina consumida en el mundo es la que se obtiene de forma sintética a fin de disminuir el uso de recursos naturales.
Aunque actualmente podemos encontrar una gran variedad de olores en nuestros productos cosméticos y de cuidado personal, no todos los aromas pueden ser utilizados en los productos, pues muchas fragancias pueden causar reacciones alérgicas que se manifiestan en inflamación, irritación, picazón o enrojecimiento. Para regular los ingredientes que se usan como fragancias, en México contamos con el Acuerdo por el que se determinan las sustancias prohibidas y restringidas para la elaboración de productos de perfumería y belleza, que es de cumplimiento obligatorio para los fabricantes. Dicho acuerdo ayuda a garantizar la seguridad de un producto cosmético antes de usar y salir a la venta en el mercado formal. Por ejemplo, el aceite de hojas de higo es una de las sustancias prohibidas para usarse como fragancia y, por ende, no puede ser utilizado como ingrediente de algún producto cosmético, debido a que se puede ocasionar dermatitis por contacto, es decir, una erupción cutánea rojiza que produce irritación y picazón.
Recuerda que al adquirir tus productos en el mercado formal de empresas confiables y comprometidas con tu salud, belleza y bienestar, puedes tener la certeza de que las fragancias incluidas en los ingredientes de tus productos de cuidado personal no representan ningún riesgo, pues respetan la normatividad establecida en el país. #CuidaTuBelleza