¿Sabías que el sol emite la energía suficiente en un solo segundo para satisfacer las necesidades energéticas de la Tierra durante un millón de años? Es tan poderoso que no solo proporciona luz y calor, sino que también desempeña un papel crucial en nuestra salud y bienestar. Todos disfrutamos de un día soleado en la playa o en el parque, pero ¿sabías que el sol puede ser tanto un amigo como un enemigo? Aquí te contamos el por qué…
Regularmente cuando pensamos en el sol, lo primero que puede llegar a nuestra mente es que… “Causa cáncer o debemos protegernos a como de lugar de los rayos UV que son dañinos”, peeerooo… ¡No todo es así! El sol también te puede ofrecer grandes beneficios.
El sol es, sin duda, un aliado para la piel, y los expertos recomiendan exponernos al sol por unos minutos dos o tres veces por semana para obtener la vitamina D que nuestro cuerpo necesita, la cual sirve para el metabolismo óseo que lleva el calcio a los huesos.
Tomar el sol de una forma responsable y moderada también deja en la piel un agradable tono bronceado que actualmente resulta muy estético. El sol también tiene un poder sorprendente en mejorar el estado de ánimo de las personas, ya que aumenta la producción de serotonina, la hormona responsable de la sensación de felicidad y bienestar. No obstante, también estimula de sistema inmunológico, pues la luz solar puede fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a combatir enfermedades y virus. También, regula el ciclo de sueño, la exposición al sol durante el día ayuda a regular nuestro reloj biológico, promoviendo un sueño más reparador por la noche.
Sin embargo, el sol también puede ser un enemigo para la salud, ya que los rayos ultravioletas son los principales responsables de la aparición de manchas, signos del envejecimiento prematuro de la piel, así como de enfermedades más graves como el melanoma o carcinoma, mejor conocido como el “cáncer de piel”. Un tercio de todos los cánceres diagnosticados en el mundo son cánceres de piel, y el 10% de ellos son mortales. El cáncer de piel es la proliferación de células cancerosas en la piel. Se produce por un cambio en la composición genética de las células de la piel, que se multiplican a gran velocidad, provocando un tumor.
Además de la radiación UV, los expertos han descubierto recientemente un nuevo enemigo para la piel: la radiación de luz visible (en forma de luz azul visible de alta energía). Este tipo de radiación es perjudicial porque ataca todos los componentes celulares: los lípidos, las proteínas y el ADN. Los daños se producen a largo plazo, de ahí la absoluta necesidad, en términos de salud pública, de protegerse lo antes posible y durante toda la vida.
Aquí te damos algunos tips para cuidar y proteger tu piel del sol:
- Aplica todos los días tu protector solar: Utilizar a diario un protector solar con un factor de protección (FPS) mínimo de 30 y que sea adecuado para tu tipo de piel es necesario. Recuerda reaplícarlo cada 2 o 4 horas según sea el caso, lo cual dependerá de si estás en la playa o haciendo actividades al aire libre.
- Busca la sombra en las horas pico: Evita la exposición directa al sol durante las horas más intensas del día (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
- Usa ropa y accesorios con factor de protección: Usa sombreros de ala ancha, gafas de sol con protección UV y ropa que cubra la mayor parte de tu piel.
- Hidratación y descanso: Mantente hidratado bebiendo suficiente agua y descansando en la sombra cuando sea necesario.
Recuerda usar un protector solar adecuado con tu tipo de piel y en el formato que sea de tu preferencia, los cuales puedes encontrar en el mercado formal de marcas confiables y comprometidas, esto te da la seguridad de que los ingredientes utilizados son seguros, eficaces y de calidad y que las empresas que ponen a tu alcance dichos productos están autorreguladas, es decir, te brindan una publicidad ética, honesta, veraz y comprobable para que tomes mejores decisiones de compra. Cuida la salud de tu piel. #CuidaTuBelleza