Cómo leer etiquetas: qué significan “dermatológicamente probado”, “no comedogénico”, “hipoalergénico

dermatológicamente probado, no comedogénico e hipoalergénico

¿Realmente sabes lo que estás comprando para tu piel? Imagina que estás en una tienda o navegando en línea buscando una crema facial o un limpiador. La etiqueta dice:

  • “Dermatológicamente probado”
  • “No comedogénico”
  • “Hipoalergénico”

Suena bien, ¿verdad? Peeerooo… ¿qué significan realmente estas palabras? ¿Hay una regulación detrás de ellas?

Lo que nadie te explica sobre las etiquetas cosméticas es que la industria utiliza términos que generan confianza inmediata. Su propósito es venderte seguridad, eficacia y ciencia. Vamos a analizar los tres términos más comunes y confusos, y qué implican en la práctica:

1. “Dermatológicamente probado”

Suena técnico. Da la sensación de que el producto ha pasado rigurosos controles médicos. Pero la verdad es:

  • El producto ha sido evaluado por un dermatólogo en alguna etapa del desarrollo.
  • Puede haber sido probado en piel humana o mediante análisis de tolerancia cutánea.

¿En qué confiar más? Busca productos que detallen los estudios clínicos realizados o que estén avalados por organismos médicos o dermatológicos reales, como asociaciones profesionales.

2. “No comedogénico”

Este término es especialmente popular en productos para pieles grasas, mixtas o con acné. La promesa es clara: “no te va a taponar los poros”.

  • El producto ha sido formulado para minimizar la obstrucción de poros.
  • Los ingredientes seleccionados tienen baja probabilidad de formar comedones (puntos negros o espinillas).

La comedogenicidad de un ingrediente varía según la concentración, la mezcla, el tipo de piel y otros factores externos. Lo que es no comedogénico para una persona puede no serlo para otra.

Aprende a leer la lista de ingredientes (INCI). Investiga cuáles ingredientes suelen ser comedogénicos para tu tipo de piel (como aceite de coco en pieles grasas) y haz pruebas de parche.

3. “Hipoalergénico”

Un término muy común que da la sensación de que el producto es “para piel sensible” o “sin riesgo de alergias”.

  • La fórmula ha sido diseñada con menor probabilidad de causar reacciones alérgicas.
  • Suele evitar ciertos alérgenos comunes como fragancias, alcoholes o conservantes específicos.

Si tienes piel reactiva, elige productos sin fragancias, sin alcohol y con ingredientes simples. Consulta con un dermatólogo si tu piel reacciona fácilmente.

Aprende a leer etiquetas como un expert@ (y cuida tu piel con inteligencia). Cuando entiendes el lenguaje del etiquetado cosmético, puedes:

  • Elegir productos que realmente se adapten a tu piel
  • Evitar enrojecimiento, brotes o efectos secundarios
  • Ahorrar dinero al no caer en compras impulsivas basadas en promesas falsas
  • Crear una rutina de cuidado más segura, ética y consciente

A continuación, te comparto claves prácticas para interpretar correctamente las etiquetas y tomar decisiones informadas.

1. Mira más allá del frente del envase

Lo que está en grande muchas veces no refleja el contenido real. Lo importante está en letras pequeñas, detrás o en los costados:
• Lista de ingredientes
• Fecha de vencimiento
• Indicaciones reales de uso
• Presencia de alérgenos o perfumes

2. Aprende a leer el INCI

El INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients) es la lista oficial de ingredientes. Aparecen en orden de concentración:

  • Los primeros 5-7 ingredientes son los más relevantes.
  • Ingredientes activos en concentraciones efectivas suelen estar al inicio (aunque algunos funcionan al 1%, como retinol o niacinamida).
  • Nombres botánicos se ven como Aloe Barbadensis Leaf Juice (jugo de hoja de aloe vera).

3. Otros términos que generan confusión

  • «Natural»: no significa seguro. Muchos ingredientes naturales también pueden causar sensibilidad o enrojecimiento en la piel.
  • «Orgánico»: solo tiene valor si cuenta con certificación (ej. Ecocert, USDA).
  • «Cruelty-free»: busca el respaldo de organizaciones como Leaping Bunny.
  • «Sin parabenos»: puede ser marketing. Parabenos están aprobados y son seguros en concentraciones reguladas.

4. Fíjate en los sellos y certificaciones reales

Confía en etiquetas que incluyan avales de:

  • Asociaciones dermatológicas reconocidas
  • Certificaciones ecológicas, veganas o cruelty-free oficiales
  • Estudios clínicos publicados (no solo “estudios internos” de la marca)

Elige con conciencia, cuida tu piel desde el conocimiento. Ahora que sabes lo que realmente significan estos términos, estás en una mejor posición para tomar el control de tu rutina de cuidado personal. No necesitas una piel perfecta. Necesitas una piel cuidada con respeto e inteligencia.

Tu piel merece productos que funcionen, y tú mereces elegir con conocimiento y dentro del mercado formal de marcas confiables y comprometidas con la salud, belleza y bienestar de tu piel, lo cual te da certeza de que los ingredientes utilizados son seguros, eficaces y de calidad, pues las empresas que ponen a tu alcance dichos productos están autorreguladas, es decir, cumplen con principios sólidos y éticos para brindarte una publicidad, honesta, veraz y comprobable con el fin de que tomes mejores decisiones de compra. #CuidaTuBelleza