Autocuidado de la piel en adultos mayores

Autocuidado de la piel en adultos mayores

Todas las personas deben saber que autocuidarse es un acto de amor propio, cuidar la piel es parte de la rutina de cuidado personal que todas las personas deberían tener y los adultos mayores no son la excepción sino por el contrario, es esencial para mantenerla con una apariencia saludable y prevenir problemas comunes asociados con la edad.

Si tienes más de 60 años esta rutina es para ti, te puede ser de utilidad para cuidar correctamente la salud de tu piel:

  1. Limpieza suave

La piel de los adultos mayores tiende a ser más frágil, por lo que la limpieza debe ser suave y con productos que aporten beneficios a tu piel. Algunas recomendaciones generales son:

  • Usa agua tibia: El agua caliente puede provocar sequedad en la piel
  • Aplica jabones suaves y sin fragancias: Opta por productos con pH neutro y adecuado a tu tipo de piel ¡sin duda será un gran acierto!
  • Evita frotar en exceso: Usa toallas suaves y limpias, cuando seques hazlo con toques ligeros
  • Realiza duchas cortas: No demores más de 10-15 minutos bajo el agua para prevenir la deshidratación de tu piel
  1. Hidratación diaria

La piel a cierta edad puede volverse más seca con los años, por lo que es fundamental aplicar una crema o aceite hidratante diariamente, hazlo minutos después de la ducha, esto te ayuda a retener la humedad.

Beber suficiente agua también ayuda a mantener la piel hidratada desde el interior.

Una opción ideal es usar cremas corporales ricas en emolientes y humectantes, Ingredientes como la glicerina, urea pura, ácido hialurónico y alantoína son ideales para ayudar a mantener la hidratación, mejorar la apariencia de la piel seca o dañada al disminuir la descamación y restaurar la flexibilidad.

También, puedes agregar a tu rutina de cuidado de la piel, aceites naturales como el de almendras, coco o jojoba que ayudan a hidratar y darle suavidad a tu piel.

  1. Protección solar:

A medida que envejecemos, la piel se vuelve delgada y pierde elasticidad, lo que la hace más vulnerable a los efectos nocivos de los rayos UV.

Aplica un protector solar de amplio espectro, es decir, contra protección UVA y UVB con un Factor de Protección Solar (FPS) mínimo de 30. Elige fórmulas en crema para prevenir la sequedad en la piel madura.

Recuerda aplicarlo 30 minutos antes de la exposición al aire libre y reaplicalo cada 2 o 4 horas dependiendo de las actividades que realices, es decir, ya sea después de sudar o nadar.

Una protección extra es usar ropa de manga larga, pantalones ligeros y colores claros para contrarrestar los efectos de los rayos UV. Sumar a tu outfit sombreros o gorras de ala ancha y gafas de sol con filtro UV es lo ideal.

Procura no exponerte al sol entre las 10 a. m. y 4 p. m., cuando la radiación es más intensa.   Busca la sombra siempre que te sea posible.

  1. Otras recomendaciones:

Si has sentido que tu piel es mucho más fina que antes, es importante que evites frotarla demasiado con toallas o esponjas ásperas. Lo ideal es que cuando la limpies sea de forma suave y cuidadosa.

Suma a tu rutina, productos de cuidado de la piel que contengan ingredientes como el aloe vera o caléndula, ambos ayudan a humectar la piel. Lleva contigo una crema para manos que te ayude a hidratar esta zona después de cada lavada.

Revisa tu piel regularmente para detectar cambios o alguna señal que requiera de mayor atención y la de un especialista.

Recuerda amar, cuidar, proteger y consentir a tu piel ¡Nunca es tarde para comenzar a hacerlo!  Recuerda adquirir tus productos de cuidado de la piel en el mercado formal de marcas confiables y comprometidas con la salud, belleza y bienestar de tu piel, lo cual te da certeza de que los ingredientes utilizados son seguros, eficaces y de calidad, pues las empresas que ponen a tu alcance dichos productos están autorreguladas, es decir, cumplen con principios sólidos y éticos para brindarte una publicidad, honesta, veraz y comprobable con el fin de que tomes mejores decisiones de compra. #CuidaTuBellezaAutocuidado de la piel en adultos mayores: consejos