¡Adiós a la piel de fresa!

Piel de fresa

Tal vez de inicio te estás imaginando un plato de frutas y no te hace click el término piel de fresa… pero ahora que te lo describamos vamos a estar en la misma línea, pues este es un problema que afecta a muchas personas, y es que por piel de fresa nos referimos a la infinidad de puntos negros que pueden aparecer en tu zona T.

Ahora sí ¿verdad? Ya estamos recordando que esto nos suele pasar y aun cuando limpiamos nuestra piel, los puntos negros siguen apareciendo en nuestro rostro, e incluso tal vez has llegado a creer que es una batalla perdida pero ¡adivina!… no lo es.

Lo primero es saber porque aparecen este tipo de imperfecciones en tu rostro y por lo general se debe a que tus glándulas sebáceas producen demasiado sebo, el cual se mezcla con la suciedad del ambiente bloqueando tus poros dando como resultado esos puntitos negros que detestamos, pero no te preocupes lee estos sencillos consejos y dile adiós a la piel de fresa.

Entre las sustancias que dan buenos resultados están los geles a base de retinoles y alfa hidroxiácidos, como el láctico y el glicólico, mismos que contribuyen a descamar la piel que normalmente se acumularía en tus poros.

Por otro lado, el ácido salicílico tiene una acción exfoliante que permite que los poros se contraigan y se libere el sebo acumulado.

Debes encontrar un balance adecuado al limpiar tu cara, evitando usar jabones y cremas que puedan obstruir tus poros, pero tampoco abuses y utilices dermo-limpiadores agresivos que dejen tu piel seca y tirante, ya que la piel usa la grasita que se produce de forma natural como una capa protectora y si la eliminas en lugar de controlar la producción de la misma podría resultar contraproducente.

Otro consejo … si ya sé que parece muy difícil de realizar, pero debes evitar la tentación de exprimirte estos puntos negros ya que puedes dañar tu piel.

Si tus poros son muy grandes, te recomendamos que utilices mascarillas que ayuden a afinarlos pues las mascarillas absorben el sebo de tu piel sin resecarla.

Recuerda siempre buscar productos seguros en el mercado formal que te ayuden a lograr tus objetivos y evita productos de dudosa procedencia pues podrían dañar tu piel.